TALLER IGNACIANO MARTES 18/09/2012


a 50 años del Concilio Vaticano II… aún nos sigue interpelando

Octavio López sj

Pasaron ya 50 años…
(1962-2012)

Apertura a “los signos de los tiempos”
El Concilio Vaticano II fue un momento significativo de aggiornamento de la Iglesia.


Una Iglesia en cambio
§                Abierta a los signos de los tiempos logró establecer una nueva dinámica interna y una nueva relación con la modernidad
§                La eclesiología del Vaticano II aún relevante para la Iglesia al inicio del siglo XXI,
§                para “reproyectar” su misión,
§                “reconfigurar” su identidad y,
§                “renovarse” institucionalmente

Juan XXIII, el Papa Bueno
Juan XXIII sentía la necesidad de replantear algunas cuestiones fundamentales en la vida de la Iglesia y de la relación de la Iglesia con el mundo.

Una Iglesia dialogante
§                “La Iglesia ha impugnado (estos) errores en todo tiempo, frecuentemente los ha condenado, y en ocasiones con gran rigor.
§                Hoy en cambio, la Esposa de Cristo prefiere recurrir al instrumento salutífero de la misericordia a elevar el arma del rigor. La iglesia cree que el exponer profundamente la fuerza de su doctrina es más adecuado a las circunstancias actuales que el condenar”.

La Eclesiología del Vaticano II
Expresada en la Constitución dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium.

Con aires de cambio
§                Situar la Constitución dogmática Lumen Gentium (LG) en el cuadro de los movimientos de renovación de la Iglesia del siglo XX.
§                muy significativos y con repercusión en el Concilio Vaticano II están los movimientos de renovación bíblica, litúrgica, la retoma de la patrística, la apertura al mundo, el ecumenismo y la eclesiología.

¿Cómo hacer frente a este desafío?
§                Todos estos movimientos de renovación desafían a la Iglesia.
§                Para muchos la Iglesia es una realidad lejana, que se expresa en una lengua extraña, donde la Palabra de Dios no está presente en la vida diaria del pueblo y,
§                las otras Iglesias o grupos religiosos son muchas veces considerados como enemigos que deben ser superados

Volver a las fuentes…
Por esto, es fundamental volver a las fuentes, particularmente la Palabra de Dios y la Patrística para generar una nueva dinámica en la Iglesia.

Superar la conflictividad
La relación conflictiva de la Iglesia con la modernidad, particularmente representada por el “Syllabus” de Pío IX pasa por un considerable redimensionamiento.
Con el Vaticano II la Iglesia pasa de una postura de condenación a una relación de apertura y diálogo.

Una Iglesia en el mundo
Fundamentalmente se siente la necesidad de una Iglesia insertada en el mundo, que comparta las alegrías, esperanzas y sufrimientos del pueblo de Dios en su peregrinar

Un pensamiento fecundo
§                Teología de calidad del siglo XX.
§                En el campo católico: Garrigou-Lagrange, Edward Schillebeeckx, Karl Rahner, Hans Küng, Hans Urs von Balthasar.
§                En el campo protestante: Karl Barth, Rudolf Bulltmann, Oscar Cullmann.
§                En la Iglesia oriental Nicolás Afanasiev y Ghiorghiu Florovski. Prácticamente todos los grandes temas de la teología son tratados por los teólogos del siglo

Después de la II Guerra Mundial
§                Una guerra dejó un legado de destrucción e interrogantes sin precedentes en la historia reciente de la humanidad.
§                El siglo XX (Eric Hobsbaum) fue, notoriamente, el más sangriento de la historia.
§                El fenómeno del holocausto pone en cuestión al propio Dios.
§                Muchas diferencias, quizás consideradas normales en otros períodos, pierden su valor y significado ante el dolor y sufrimiento provocados por la guerra.

La eclesiología de la Lumen Gentium
Según la Lumen Gentium, la Iglesia tiene que ser vista en clave de: Eclesiología Pueblo de Dios y Eclesiología de comunión


La Iglesia como Misterio
La Iglesia es misterio, el Concilio quiere superar la concepción de la Iglesia como realidad puramente sociológica o jurídica.
Históricamente la Iglesia reafirmó diversas veces su carácter visible e institucional, como una sociedad, en contra a la teología ortodoxa, luterana, a los estados totalitarios y a la revolución francesa

La Iglesia trascendente e inmanente
Por “misterio" no se quiere indicar algo incognoscible, sino la realidad divina, transcendente obra del Padre, Hijo y Espíritu Santo, la Santísima Trinidad, presente en nuestro mundo, para este mundo.

Todos somos la Iglesia
§                Llamados todos a la “perfección”
§                La Iglesia es el Cuerpo de Cristo
§                En la vida de la Iglesia subsiste Cristo
§                Está al servicio de la Misión de Cristo: el Reino
§                Camina hacia el Reino como realidad escatológica.

Iglesia, Misterio y Pueblo
Se busca una comunión entre Misterio y Pueblo de Dios.
No se interrumpe la Revelación, se fortalece con la comunicación que significa servicio.
El auténtico culto de los santos (Liturgia) lleva a una “diakonía fidei”.

Superación de lo meramente jurídico
Lejos de lo jurídico
Es más una fundamentación Teológica.
María es parte de esa Iglesia
ES una única familia unida por la fe, historia de la salvación y como signo de esperanza para el Pueblo de esperanza y caridad
Es una Iglesia peregrinante (Gal 3,28)

Siete puntos de fecundidad
a) el decreto sobre la libertad religiosa;
b) el movimiento ecuménico;
c) el diálogo interreligioso;
d) los cambios litúrgicos;
e) la centralidad de la Palabra de Dios;
f) la Iglesia como Pueblo de Dios-Comunión;
g) la relación de diálogo con el mundo y con la ciencia.
No queda duda del valor de los cambios del Concilio para la Iglesia y el conjunto del cristianismo (Hans Küng).

La esencia de la Iglesia
La variedad de carismas y ministerios están orientados a la vida y misión de la Iglesia.
Hay unidad en la diversidad. El término “Pueblo de Dios” no puede ser aplicado a la Iglesia como una comparación, un adjetivo, porque expresa su identidad.
No podemos decir que la Iglesia es semejante a un pueblo de Dios, sino que es el Pueblo de Dios de la nueva y eterna alianza.

El Papado y la Colegialidad
El entonces Cardenal Ratzinger reconoció que el período inmediatamente posterior al Concilio fue dominado por el tema de la Iglesia Pueblo de Dios y de la colegialidad.
En relación a la Iglesia Pueblo de Dios, el Cardenal señala los peligros de la ideologización del concepto “pueblo” a partir de categorías marxistas, llevadas en gran parte por la Teología de la Liberación.

La Eclesiología de Comunión
La Iglesia no existe para sí misma, sino que es un instrumento de Dios para reunir a los hombres para preparar el momento en que Dios será todo en todos.
Como comunidad de fe, esperanza y caridad. En primer lugar se habla de comunión de personas (congregatio fidelium) y después de ministerios.
Cualquier ministerio está siempre al servicio de la comunidad.

Eclessía como signo de Comunión
La “comunión”, síntesis de la eclesiología del Vaticano II.
La eclesiología de comunión recibió una atención especial en los últimos años del pontificado de Juan Pablo II.
Una eclesiología de comunión fuertemente identificada con la Lumen Gentium, nº 22.

Las Perspectivas actuales de la Eclesiología del Vaticano II
Situar la Iglesia en la aurora del siglo XXI. Un nuevo tiempo con nuevos desafíos. En la perspectiva del Vaticano II podemos hablar de nuevos signos de los tiempos.
La humanidad pasó por cambios políticos, económicos, sociales y culturales bien significativos en los últimos 40 años.
De las más variadas formas estos cambios afectaron y afectan la Iglesia en su vida, organización y misión

Desafíos vigentes
El teólogo Agenor Brighenti considera que la Iglesia tiene tres grandes desafíos al inicio del nuevo milenio: reproyectar su misión, reconfigurar su identidad y renovarse institucionalmente.
Tendencias ad intra
Pueden ser identificadas tres tendencias:
§        Antivaticanicidad,
§        Posvaticanicidad y
§        Sobrevaticanicidad

¿Qué supone esto?
§                Antivaticanicidad: un gran desencanto por el Concilio Vaticano II. Cuando la Iglesia se reconcilió con la modernidad, ésta ya estaba en crisis, y la Iglesia no lo consideró seriamente. Es necesario denunciar el mito del Vaticano II y volver a la cristiandad. Por esto el camino para la Iglesia es reforzar la unidad alrededor de la jerarquía y volver a una teología apologética.
§                Posvaticanicidad: Vaticano II llegó a su ocaso. Fue un error dialogar con la modernidad racionalista y fría. La religiosidad del Vaticano II es poco personalizada y no toma en consideración lo emocional. La Iglesia no necesita de teólogos, sino de maestros de espiritualidad.
§                Sobrevaticanicidad: la antivaticanicidad es claramente una involución eclesial, que identifica la Iglesia con el Reino de Dios. Y la posvaticanicidad no pasa de un refugio en lo emocional, con una inaceptable separación entre carisma e institución.
§                Para los defensores de la sobrevaticanicidad hay intuiciones y principios del Vaticano II que continúan siendo relevantes en los inicios del siglo XXI. Es necesario contextualizarlos y situarlos en los tiempos actuales para provocar un nuevo encanto y dinamismo eclesial.

Reproyección y nuevo relato
No hay ninguna noción de Iglesia (misterio, pueblo de Dios o grupos y líderes de la Iglesia comprometidos con una eclesiología comunión) que esté libre de los horizontes ideológicos
La propuesta del Vaticano II como relevante para la postmodernidad. Siguiendo la dinámica del Vaticano II, la Iglesia al inicio del tercer milenio, necesita ser recontextualizada y es importante identificar los nuevos signos de los tiempos para:
Reconfigurarla y reproyectar en su la misión, en su identidad y su renovación institucional.

Conclusiones
El Concilio Vaticano II fue capaz de situar y configurar la Iglesia en el contexto de la modernidad.
Hoy vivimos en un contexto posmoderno que sigue buscando nuevas respuestas.
El Concilio Vaticano II buscó nuevas respuestas.
Inspirados en la eclesiología del Vaticano renovación de la Iglesia Católica A través del Concilio Vaticano II en la Iglesia una nueva manera de ser vista por un mundo crítico y apático.
El liderazgo del Papa Juan XXIII con su dinámica de vida y misión le dio un tinte que abre horizontes.

Nuestros desafíos
Construir la comunión en la Iglesia y de la Iglesia con el mundo actual es tarea de todos los cristianos.
Con esto queda claro que cualquier estructura y aún la misión de la espiritualidad ignaciana debe estar inserta en la Iglesia al servicio del Reino de Dios.
Quedarnos aislados en nuestro pequeño mundo de “ignacianidad” pone en riesgo la eficacia y eficiencia de nuestra misión.

Guía para la reflexión personal y comunitaria
¿Cuáles son los movimientos de renovación actuales que desafían nuestro modo de ser Iglesia en los comienzos del siglo XXI?  
¿Cómo la noción de Iglesia Pueblo de Dios, Comunión y Misterio pueden iluminar nuestra vida y misión?
¿Cómo nuestras comunidades religiosas, de vida cristiana y educativas pueden ser efectivos espacios eclesiales según la perspectiva del Vaticano II?
¿Cómo la eclesiología del Vaticano II puede iluminar la construcción de un posible modelo de Iglesia en Argentina, en América Latina y el Caribe?

50° aniversario del comienzo del Concilio Vaticano II




1962 – 11 de octubre – 2012
                                                                                                         
50° aniversario del comienzo
del
Concilio Vaticano II
Fue un día espléndido aquel 11 de octubre de 1962, en el que, con el ingreso solemne de más de dos mil padres conciliares en la basílica de San Pedro en Roma, se inauguró el concilio Vaticano II. En 1931 Pío XI había dedicado este día a la fiesta de la Divina Maternidad de María, para conmemorar que 1500 años antes, en 431, el concilio de Éfeso había reconocido solemnemente a María ese título, con el fin de expresar así la unión indisoluble de Dios y del hombre en Cristo. El Papa Juan XXIII había fijado para ese día el inicio del concilio con la intención de encomendar la gran asamblea eclesial que había convocado a la bondad maternal de María, y de anclar firmemente el trabajo del concilio en el misterio de Jesucristo. Fue emocionante ver entrar a los obispos procedentes de todo el mundo, de todos los pueblos y razas: era una imagen de la Iglesia de Jesucristo que abraza todo el mundo, en la que los pueblos de la tierra se saben unidos en su paz.                          (Benedicto XVI)






PUNTOS – MARTES 21 DE AGOSTO DE 2012


Contemplación: Jesús y la samaritana.

Evangelio según San Juan 4, 1- 29
1 Cuando Jesús se enteró de que los fariseos habían oído decir que él tenía más discípulos y bautizaba más que Juan 2 –en realidad él no bautizaba, sino sus discípulos–3 dejó la Judea y volvió a Galilea.4 Para eso tenía que atravesar Samaría. 5 Llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob había dado a su hijo José.6 Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía.7 Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber».8 Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos.9 La samaritana le respondió: «¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?». Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos.10 Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: «Dame de beber», tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva».11 «Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva?12 ¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?».13 Jesús le respondió: «El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed,14 pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna».15 «Señor, le dijo la mujer, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sacarla».16 Jesús le respondió: «Ve, llama a tu marido y vuelve aquí».17 La mujer respondió: «No tengo marido». Jesús continuó: «Tienes razón al decir que no tienes marido,18 porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad».19 La mujer le dijo: «Señor, veo que eres un profeta.20 Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar».21 Jesús le respondió: «Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén se adorará al Padre.22 Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.23 Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre.24 Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad».25 La mujer le dijo: «Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo».26 Jesús le respondió: «Soy yo, el que habla contigo».27 En ese momento llegaron sus discípulos y quedaron sorprendidos al verlo hablar con una mujer. Sin embargo, ninguno le preguntó: «¿Qué quieres de ella?» o «¿Por qué hablas con ella?».28 La mujer, dejando allí su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente:29 «Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que hice. ¿No será el Mesías?».

Petición:  “ Sentir y gustar que Jesús es el único capaz de colmar nuestra Sed,  que sólo en ÉL somos capaces de mirar nuestro pozo y convertirlo en manantial … en Agua Viva que corre y da de beber a otros”

Algunos puntos para tener en cuenta, reflexionar y sacar provecho:

·         “Jesús tenía que pasar por Samaría”: El encuentro con la mujer samaritana, no será casual sino que es parte del plan de Dios. La salvación es para todos.
·         La escena principal esta atravesada por la tensión: una mujer y un hombre, solos, una samaritana y un judío. Al cruzar las primeras palabras el aire parece cortarse. Es Jesús quién toma la iniciativa, es Él quién sale al encuentro.
·         Jesús deja de lado  los prejuicios,  minimiza los conflictos sociales, habla de igual a igual a una mujer y se queda a solas con ella.  Parece ignorar los conflictos religiosos entre samaritanos y judíos. Rompe con nuestros esquemas. El diálogo se mueve en dos niveles: La Samaritana habla del Agua como elemento natural y Jesús habla del Don de Dios, de Dios mismo ofreciéndose a los paganos.
·         Paulatinamente la mujer irá comprendiendo quién es el hombre con el que habla, quién es Jesús. Podemos detectarlo en los cambios de nombre al dirigirse a Él, los mismos denotan el proceso de comprensión y transformación interior: Judío, Señor, Señor profeta, Mesías.
·         “Dame de beber” Jesús le pide Agua y la mujer primero se niega, nuestra resistencia ante lo desconocido. Pero Jesús despierta su curiosidad, provoca el deseo de la mujer y ella le pide que le de esa “Agua Viva”.
·         “Bien has dicho que no tienes marido”. Jesús se detiene en su persona, conoce su pasado y su presente.
·         “Yo Soy”: el dialogo con la samaritana es una verdadera catequesis. Paulatinamente Jesús le revela quién es, y culmina en la afirmación de  su condición divina: Él es el hijo de Dios.
·         “Llegaron los discípulos y se asombraban de que hablará con una mujer”. La actitud de los discípulos  quizás denote que aún son presos de los prejuicios de la época, pero no dicen nada.
·         “La mujer dejo su  cántaro  y corrió a la ciudad”. Signo de que ha encontrado esa “Agua Viva”. La samaritana ha encontrado  su manantial, ha tenido un encuentro personal con la fuente de ese manantial, con el mismo Dios y no se lo guarda para ella y sino que corre a  contarlo a quiénes aún tienen Sed.

Preguntas que pueden iluminar el coloquio:
¿Cuáles son las resistencias que impiden mi Encuentro con Jesús? ¿Soy capaz de dejar mis prejuicios para encontrarme verdaderamente con Jesús? ¿Con que personajes del texto me identifico, Jesús, La mujer, los discípulos, el pueblo samaritano, etc.?¿Que cosas, lugares, personas hay en mi pozo que impiden un encuentro auténtico con la fuente de mi manantial? ¿He podido encontrarme con mi manantial? ¿Doy testimonio de ese encuentro?



TALLER DE CRECIMIENTO MARTES 14/08/2012


Iluminando mi sexualidad
Cuando la “Palabra” nos humaniza

Lic. Mónica Lorenzo



CULTURA



1º Eje) eco-biológico necesidad de:
à conservar la vida
à reproducirnos
 Creación: Ish/Isha´(antropología hebrea) ≠antropología griega à varón-mujerà género à (asignación / identidad / rol)

# Gn 1,26-31:
1 26 Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo".

27 Y Dios creó al hombre a su imagen;
lo creó a imagen de Dios,
los creó varón y mujer.

28 Y los bendijo, diciéndoles: "Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra". 29 Y continuó diciendo: "Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. 30 Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde". Y así sucedió. 31 Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día.

# Gn 2,4b-25:
2 4b Cuando el Señor Dios hizo la tierra y el cielo, 5 aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra ni había brotado ninguna hierba, porque el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra. Tampoco había ningún hombre para cultivar el suelo, 6 pero un manantial surgía de la tierra y regaba toda la superficie del suelo. 7 Entonces el Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente.
8 El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes para la vista y apetitosos para comer; hizo brotar el árbol del conocimiento del bien y del mal. 10 De Edén nace un río que riega el jardín, y desde allí se divide en cuatro brazos. 11 El primero se llama Pisón: es el que recorre toda la región de Javilá, donde hay oro. 12 El oro de esa región es excelente, y en ella hay también bedelio y lapislázuli. 13 El segundo río se llama Guijón: es el que recorre toda la tierra de Cus. 14 El tercero se llama Tigris: es el que pasa al este de Asur. El cuarto es el Eufrates.
15 El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara. 16 Y le dio esta orden: "Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, 17 exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte".
18 Después dijo el Señor Dios: "No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada". 19 Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales de campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre. 20 El hombre puso un nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo; pero entre ellos no encontró la ayuda adecuada.
21 Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. 22 Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. 23 El hombre exclamó:
"¡Esta sí que es hueso de mis huesos
y carne de mi carne!
Se llamará Mujer,
porque ha sido sacada del hombre".
24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne.
25 Los dos, el hombre y la mujer, estaban desnudos, pero no sentían vergüenza.


2º Eje) erótico necesidad de:
à desplegar la sensualidad
à ser cuidados: calor – protección – caricias

# Cant 1,2-4; 3,1-4; 7,1-8; 8,1-2; 8,6-8:


{La Amada}
1 2 ¡Que me bese ardientemente con su boca!
Porque tus amores son más deliciosos que el vino;
3 sí, el aroma de tus perfumes es exquisito,
tu nombre es un perfume que se derrama:
por eso las jóvenes se enamoran de ti.
4 Llévame contigo: ¡corramos!
El rey me introdujo en sus habitaciones:
¡gocemos y alegrémonos contigo,
celebremos tus amores más que el vino!
¡Cuánta razón tienen para amarte!

3 1 En mi lecho, durante la noche,
busqué al amado de mi alma.
¡Lo busqué y no lo encontré!
2 Me levantaré y recorreré la ciudad;
por las calles y las plazas,
buscaré al amado de mi alma.
¡Lo busqué y no lo encontré!

3 Me encontraron los centinelas
que hacen la ronda por la ciudad:
"¿Han visto al amado de mi alma?".
4 Apenas los había pasado,
encontré al amado de mi alma.
Lo agarré, y no lo soltaré
hasta que lo haya hecho entrar
en la casa de mi madre,
en la habitación de la que me engendró.

{Coro}
7 1 ¡Vuelve, vuelve Sulamita,
vuelve, vuelve, para que te veamos!

{El Amado}
¿Por qué miran a la Sulamita,
bailando entre dos coros?
2 ¡Qué bellos son tus pies en las sandalias,
hija de príncipe!
Las curvas de tus caderas son como collares,
obra de las manos de un orfebre.
3 Tu ombligo es un cántaro,
donde no falta el vino aromático.
Tu vientre, un haz de trigo,
bordeado de lirios.
4 Tus pechos son como dos ciervos jóvenes,
mellizos de una gacela.
5 Tu cuello es como una torre de marfil.
Tus ojos, como las piscinas de Jesbón,
junto a la puerta Mayor.
Tu nariz es como la Torre del Líbano,
centinela que mira hacia Damasco.
6 Tu cabeza se yergue como el Carmelo,
tu cabellera es como la púrpura:
¡un rey está prendado de esas trenzas!
7 ¡Qué hermosa eres, qué encantadora,
mi amor y mi delicia!
8 Tu talle se parece a la palmera,
tus pechos a sus racimos.

{La Amada}
8 1 ¡Ah, si tú fueras mi hermano,
criado en los pechos de mi madre!
Al encontrarte por la calle podría besarte,
sin que la gente me despreciara.
2 Yo te llevaría a la casa de mi madre,
te haría entrar en ella,
y tú me enseñarías...
Te daría de beber, vino aromatizado
y el jugo de mis granadas.

8 6 Grábame como un sello
sobre tu corazón,
como un sello sobre tu brazo,
porque el Amor es fuerte como la Muerte,
inflexibles como el Abismo son los celos.
Sus flechas son flechas de fuego,
sus llamas, llamas del Señor.
7 Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor,
ni los ríos anegarlo.
Si alguien ofreciera toda su fortuna
a cambio del amor,
tan sólo conseguiría desprecio.

{Los hermanos}
8 Tenemos una hermana pequeña,
aún no le han crecido los pechos.
¿Qué haremos con nuestra hermana,
cuando vengan a pedirla?




3º Eje) emocional necesidad de:
- ser comprendidos
- volcar intimidad à compasión

# Lc 7,36-50:
7 36 Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa.
37 Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume. 38 Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume.
39 Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: "Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!" 40 Pero Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte". "Di, Maestro", respondió él. 41 "Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. 42 Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos lo amará más?". 43 Simón contestó: "Pienso que aquel a quien perdonó más". Jesús le dijo: "Has juzgado bien".
44 Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. 45 Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies. 46 Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies. 47 Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor". 48 Después dijo a la mujer: "Tus pecados te son perdonados". 49 Los invitados pensaron: "¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?". 50 Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz".


4º Eje) eje social necesidad de:
à grupo social que nos  acoja
Ser aceptados socialmente

# Jn 4,5-9;25-27:
4 5 Llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob había dado a su hijo José. 6 Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. 7 Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: "Dame de beber". 8 Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos. 9 La samaritana le respondió: "¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?". Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos.
25 La mujer le dijo: "Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo". 26 Jesús le respondió: "Soy yo, el que habla contigo". 27 En ese momento llegaron sus discípulos y quedaron sorprendidos al verlo hablar con una mujer. Sin embargo, ninguno le preguntó: "¿Qué quieres de ella?" o "¿Por qué hablas con ella?".

# Lc 11,27-28:
11 27 Cuando Jesús terminó de hablar, una mujer levantó la voz en medio de la multitud y le dijo: "¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron!". 28 Jesús le respondió: "Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican".


5º Eje) ético-espiritual necesidad de:
à amar comprometidamente (matrimonio / celibato)
à ser aceptados incondicionalmente

# Mt 19,1-12:
19 1 Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, dejó la Galilea y fue al territorio de Judea, más allá del Jordán. 2 Lo siguió una gran multitud y allí curó a los enfermos. 3 Se acercaron a él algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le dijeron: "¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?". 4 El respondió: "¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio, los hizo varón y mujer; 5 y que dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne? 6 De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido".
7 Le replicaron: "Entonces, ¿por qué Moisés prescribió entregar una declaración de divorcio cuando uno se separa?". 8 El les dijo: "Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes, pero al principio no era sí. 9 Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de su mujer, a no ser en caso de unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio".
10 Los discípulos le dijeron: "Si esta es la situación del hombre con respecto a su mujer, no conviene casarse". 11 Y él les respondió: "No todos entienden este lenguaje, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido. 12 En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!".