Martes de oración: Nuestros vínculos con el cuerpo

Queridos amigos y amigas: Hace unos martes tuvimos nuestro encuentro de oración donde Marisol nos invitaba a rezar nuestro vínculo con el cuerpo. El texto de San Pablo a los Corintios nos habla de la importancia de cada miembro dentro de la comunidad haciendo una analogía con el cuerpo.

A continuación compartimos los puntos para seguir meditando.

Puntos para orar nuestros vínculos con el cuerpo.
1 Cor 12 12-26

Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo –judíos y griegos, esclavos y hombres libres– y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.
El cuerpo no se compone de un solo miembro sino de muchos. Si el pie dijera: «Como no soy mano, no formo parte del cuerpo», ¿acaso por eso no seguiría siendo parte de él? Y si el oído dijera: «Ya que no soy ojo, no formo parte del cuerpo», ¿acaso dejaría de ser parte de él? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el oído? Y si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato?
Pero Dios ha dispuesto a cada uno de los miembros en el cuerpo, según un plan establecido. 19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? De hecho, hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito», ni la cabeza, a los pies: «No tengo necesidad de ustedes». Más aún, los miembros del cuerpo que consideramos más débiles también son necesarios, y los que consideramos menos decorosos son los que tratamos más decorosamente. Así nuestros miembros menos dignos son tratados con mayor respeto, ya que los otros no necesitan ser tratados de esa manera. Pero Dios dispuso el cuerpo, dando mayor honor a los miembros que más lo necesitan, a fin de que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros sean mutuamente solidarios. ¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría.

Petición

Jesús te pedimos que a través tuyo podamos conocer, aceptar y proyectar nuestro cuerpo.

Como personas somos cuerpo y alma, estamos permanentemente unidos, nos vamos unificando integrando en cuerpo y espíritu. Hoy en el mundo acelerado en el que vivimos, nos puede pasar que perdamos contacto con nuestro cuerpo, y no nos demos el tiempo para mirarlo, cuidarlo, atenderlo etc.

Somos imagen y semejanza, nuestro cuerpo es sagrado así que debemos cuidarlo con atención, con un sano equilibrio, también nos puede pasar que todo nuestro ser persona parta de nuestro cuerpo y vivamos exclusivamente pendientes de el.

San Ignacio al invitarnos a la oración, lo primero que nos dice es que nos ocupemos de nuestro cuerpo, que encontremos una postura cómoda. Y a partir de la postura comenzamos a relajarnos a través de la respiración.

Recién después que preparamos nuestro cuerpo, comenzamos a darnos cuenta que nos estamos encontrando con Dios y vamos sintiendo su presencia.

La persona, “Se realiza entretejiendo relaciones de amor, justicia y solidaridad, mientras va desarrollando su actividad en el mundo” CDSI 35

Vemos que Jesús, se ocupaba de los cuerpos más dolidos, los miraba (Zaqueo, joven rico), tocaba, curo muchos cuerpos.

Y su propio cuerpo lo entrego en la cruz por cada uno de nosotros. Y nos regalo la eucaristía para que cada vez que celebramos su muerte y resurrección nos alimentemos de su cuerpo. En la eucaristía Cristo nos da de su Cuerpo y nos hace su cuerpo, S Pablo dice a Gálatas: “todos ustedes no son más que uno en Cristo Jesús”, y por eso atentar contra la unidad y la caridad, favorecer la división, buscar el enfrentamiento o favorecerlos ingenuamente es atentar contra el cuerpo de Cristo. En cada uno de nosotros hay un Cristo, cada rostro es un Cristo caminante. Jesús nos invita a descubrirlo en cada uno de nuestros hermanos y también el desafío de imitarlo. San Alberto Hurtado se preguntaba continuamente: ¿Qué hubiera hecho Jesús en mi lugar?

Las primeras comunidades cristianas vivían de tal forma el amor de los unos por los otros que muchos se preguntaban que tendrían que vivían así. Jesús quiere que tengamos una profunda comunión con El en la vida y en la comunión con los hermanos, nadie debería quedar excluido de nuestros corazones, estamos llamados a ser uno con Cristo Jesús, todo Cristo, la cabeza y sus miembros.

Les propongo rezar con este texto, siguiendo la dinámica de conocernos a través de las manos, podríamos comenzar rezando con ellas o eligiendo cualquier otra parte de nuestro cuerpo, podríamos mirar nuestras manos, contemplarlas. Caer en cuenta de cuantas cosas buenas hacemos y conseguimos a través de ellas. Podemos elegir una y quedarnos en esa, quizás puede brotar un sentimiento de agradecimiento por todo lo bueno que me permiten hacer.

También pueden ser usadas para hacer el mal, pero eso depende de lo que yo les diga que hagan.

Hasta nos podemos imaginar la vida sin ellas, y ahí nos damos cuenta que nuestras manos son un tesoro.

Podemos contemplar las manos de Jesús, siempre abiertas a la gente, siempre dando, curando, levantando.

Podemos terminar nuestra oración, haciendo lentamente la señal de la cruz, y le pedimos a Dios que nos proteja con su bendición.

Meditación

¿Mis ojos, mi mirada cómo los uso? ¿Mis oídos oyen o escuchan? ¿Realmente gusto? Gustad y ved que bueno es el Sr…….Salmo 34-33

¿Me detengo en los olores que hay en mí alrededor en las cosas, en las personas? ¿Genero olor a Jesús? ¿Oímos y ponemos en práctica la palabra de Jesús? ¿Qué voy recogiendo en mi vida? Conocimiento, afectos, dinero, satisfacciones...


A mayor Gloria de Dios.-