Martes 23 de Junio: Oración

“… bastará tocar tu manto …”

.: Preparación de la Oración

Recordemos los pasos que vimos en el Taller: busco un lugar donde pueda rezar, determino el tiempo de oración, también una postura corporal cómoda y relajada, me tranquilizo, tomo conciencia de las sensaciones, sonidos, la respiración, y del silencio…

.: Me dispongo a sentirme en la Presencia de Dios
Oración Preparatoria: “Pido al Señor que abra mi corazón a su llamado y me disponga a escucharlo.”

.: Petición: “Señor, que con fe toque tu manto” o “Señor, que me deje levantar por tu amor.”

.: Escucho a Dios: Mc 5, 21-43

Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia: "Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se sane y viva". Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados. Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias. Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, porque pensaba: "Con sólo tocar su manto quedaré sanada". Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba sanada de su mal. Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: "¿Quién tocó mi manto?". Sus discípulos le dijeron: "¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?". Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido. Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad. Jesús le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda sanada de tu enfermedad". Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: "Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?". Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: "No temas, basta que creas". Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago, fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: "¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que duerme". Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde ella estaba. La tomó de la mano y le dijo: "Talitá kum", que significa: "¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!". En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que dieran de comer a la niña.

Me quedo solo con lo que resuena en mi corazón. Miremos lo que hacen y dicen los personajes que participan en este Evangelio, me quedo con el que más me representa, y escucho y veo qué es lo que Jesús tiene para decirle y para decirme.

§ Jairo, uno de los jefes de la Sinagoga que tenía a su hija muy enferma.
§ La Hemorroisa, esta mujer que doce años estuvo muy enferma y por ello excluida, sin embargo cree que con solo tocar su manto quedará curada de su enfermedad.
§ La Niña, con tan solo doce años muere y tiene la posibilidad de tener una nueva vida.
§ Los apóstoles, estos hombres que son testigos privilegiados de lo que hace el Señor.
§ La gente, las demás personas, que se burlan, no creen, se quejan, comentan…


.: Hablo con Dios: Coloquio… hablo con Él con plena confianza. Le cuento lo que me pasa, esto que me aqueja desde hace tanto tiempo, eso que me quita la salud, la alegría, las ganas de compartir, esto que me separa de los demás, que me deja encerrado y no me permite levantarme…

Terminemos nuestra oración, dando Gracias por lo que Dios nos regala hoy…
Podemos rezar el Gloria.

.: Examen de la Oración: tratar de descubrir lo que paso durante este rato de oración. Poner por escrito las gracias recibidas, los frutos alcanzados y también las luchas y tentaciones vividas, prestando especial atención a los momentos donde sentimos a Jesús sanar nuestras heridas, calmar nuestro dolor, devolvernos la vida y regalarnos su paz.


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Martes 23 de Junio

Taller Ignaciano

La Oración Ignaciana

“… no el mucho saber harta y satisface el alma, sino el sentir y gustar de las cosas internamente”. [EE 2: Anotación nro. 2].

Toma Señor [EE 234]
Toma, Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y mi voluntad,
todo mi haber y poseer; Vos me lo diste, a Vos, Señor, lo torno;
todo es tuyo, disponed a tu voluntad;
dame tu amor, dame tu gracia, que ésta me basta.

Los Ejercicios Espirituales
Los Ejercicios Espirituales según San Ignacio de Loyola son: una “herramienta” que me ayuda a “buscar y hallar la voluntad de Dios para mi vida” y así poder “en todo Amar y Servir” a Dios en los hermanos.
Están compuestos por cuatro semanas que no son cronológicas sino que tienen que ver con compartir con el Señor en la oración e ir viviendo determinados momentos: sentir la misericordia de Dios, configurar nuestra vida en Cristo, conocerlo más, caminar con Él la Pasión para gozar con Él también de su Resurrección y llegar a tener un corazón semejante al suyo.

Y comienzan con un texto que Ignacio da por supuesto, es el Principio y Fundamento [EE 23]:
“El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su ánima; y las otras cosas sobre la faz de la tierra son creadas para el hombre, y para que le ayuden en la prosecución del fin para el cual es creado. De donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar de ellas, cuanto le ayudan para su fin, y tanto debe privarse de ellas, cuanto para ello le impiden…”.

GUÍA PARA LA ORACIÓN

Los pasos que te pueden ayudar para la oración, son:

§ Preparación de la Oración
§ Presencia de Dios
§ Escucho a Dios
§ Hablo con Dios: Coloquio
§ Examen de la oración

Iremos ahondando en los distintos momentos:

.: Preparación de la Oración => busco un lugar donde pueda rezar, determino el tiempo de oración, también una postura corporal cómoda y relajada, me tranquilizo, tomo conciencia de las sensaciones, sonidos, la respiración y del Silencio.

.: Me dispongo a sentirme en la Presencia de Dios
Y para ello, le abro la puerta de mi corazón a Jesús.
Algunos ejemplos de cómo hacerlo, son:

v Una poesía
v Una canción
v Una imagen
v Trayendo a la memoria Gracias recibidas anteriormente.

Busco encontrar en mi interior la presencia del Señor, y eso es lo único importante…
Me presento ante Él. Siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… La oración es la experiencia de intimidad con Dios. Puedo repetir suavemente esta oración:
Señor, “Aquí estoy”, tal como soy yo. Reposo mi vida, mi tiempo, mis ansias, mis miedos en Vos. Siento que me amás, que me mirás con bondad, que me comprendés. Me pongo en tus manos. Te adoro con todo mí ser.

Textos bíblicos que nos ayudan, pueden ser, por ejemplo:

* Sal 25: A Vos Señor, elevo mi alma…
* Sal 123: Hacia Vos elevo mis ojos, fijos están mis ojos en Vos…
* Sal 139: Señor, Vos me sondeás y me conocés…

.: Ofrezco este momento de oración, para que sea un momento de encuentro con Dios, y me ofrezco a mí mismo con todo lo que soy. Puedo ofrecerme con mis palabras o también con la oración que nos propone San Ignacio en los Ejercicios Espirituales…
Oración Preparatoria [EE 46]:
“Pido a Dios nuestro Señor para que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su divina majestad.”

.: Preámbulos

1º) Composición viendo el lugar: será “… hay que notar que, en la contemplación o meditación de algo visible – como contemplar a Cristo nuestro Señor, el cual es visible – la composición de lugar será ver con la vista imaginativa el lugar real donde se encuentra la cosa que quiero contemplar. Digo el lugar real, así como un templo o un monte donde se halla Jesucristo, o nuestra Señora, según lo que quiero contemplar…” [EE 47].
2º) Petición: será “… demandar/pedir a Dios nuestro Señor lo que quiero y deseo. La petición ha de ser según el argumento. Es decir: si la contemplación se hace sobre la Resurrección pedir gozo con Cristo gozoso; si es sobre la Pasión pedir dolor, lágrimas pena interna con Cristo atormentado…” [EE 48].
En Ejercicios Espirituales van cambiando las peticiones según sea la gracia que Ignacio nos propone alcanzar esa Semana como nos adelanta en EE 48… Por ejemplo, en Segunda Semana al comienzo pedimos: “… no ser sordo a su llamamiento, sino generoso y diligente para cumplir su santísima voluntad…” [EE 91] y luego “… conocimiento interno del Señor, que por mi se ha hecho hombre, para que más le ame y le siga...” [EE 104].
Este es el momento de hacer la petición propia de la oración que voy a rezar.

En los próximos talleres veremos:
Escucho a Dios – Coloquio – Examen – Reglas de discernimiento.