Martes 18: Oración

Pentecostés

“Pentecostés” (en griego) significa cincuenta, porque esta fiesta tiene lugar cincuenta días después de la resurrección de Jesús. Con su ascensión, que celebramos el domingo pasado, Jesús inaugura una vida nueva junto al Padre. Aunque Jesús ya no comparte su existencia espacio – temporal con nosotros, no nos deja solos, sino que nos regala al Espíritu Santo para que viva dentro de cada uno de nosotros y sea, al mismo tiempo, el gran animador de la comunidad. Jesús nos constituye en sus pregoneros; nos corresponde anunciar la Buena Noticia.

1. Preparación de la Oración: Busco un lugar para rezar, una postura corporal cómoda y relajada. Determino el tiempo de oración. Me tranquilizo, tomo conciencia de las sensaciones, sonidos, la respiración.

2. Me pongo en Presencia de Dios: Busco encontrar en mi interior la presencia de Dios. Me presento ante Él. Siento que Dios me mira, me escucha, me conoce… Estoy frente a Dios sin máscaras, escondite o excusas. Yo, tal cual soy.

Oración Preparatoria (nos ayuda a disponernos en la clave del Principio y Fundamento): “Pido a Dios nuestro Señor para que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su divina majestad.”

Preámbulos:
1º) La historia: traer la historia de la cosa que tengo que contemplar.
[1]
2º) Composición viendo el lugar: “será aquí con la vista imaginativa ver a Jesús que se hace presente a los discípulos. Primero, “los discípulos reunidos con las puertas cerradas por temor a los judíos…”. Segundo, Jesús presente en medio de ellos y les dice “La paz esté con ustedes”.Tercero, los envía por todo mundo a anunciar la Buena Noticia.
3º) Petición:”Demandar lo que quiero: Jesús, que abra las puertas del corazón para dejarme abrazar por el Espíritu de Dios. También, será aquí pedir gracia de alegrarme y gozar intensamente de tanta gloria y gozo de Cristo nuestro Señor”.

3. Materia: Leo el texto (no es necesario leer todo el material) y me quedo ahí donde encuentro mayor gusto espiritual (sentir y gustar). Eso es palabra de Dios para mí en mí vida.

Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes". Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan". (San Juan 20,19-23)


Un breve aporte….Quizás no es fácil verlo y nuestras puertas están cerradas. No es tangible ni lo podemos medir. No es paloma ni lengua de fuego, aunque esas imágenes se usan para referirse a Él. El Espíritu de Dios está sin dejarse ver, inspira si imponer y propone sin forzar.
Despierta en cada uno de nosotros ilusiones, proyectos, deseos…Nos da energías y nos muestra caminos para avanzar. A veces podemos dudar de su presencia y otras gritas: ¿Dónde te has metido? Pero ahí está. Y pone, en la tierra que somos, semilla que puede dar mucho fruto, aunque a veces no parezca estar creciendo nada.
El Espíritu de Dios, si dejamos que nos toque y abrimos las puertas interiores, nos ayuda a zambullirnos en nuestro mundo con los ojos abiertos, con los oídos atentos, con el corazón dispuesto para asomarnos a la verdad profunda que nos dice que hemos sido creados para una Vida plena, y para contribuir a que cada ser humano participa de dicha vida. La verdad honda que nos dice que, en lo profundo de nosotros no sólo late un corazón, sino también un Dios que nos llama y envía salir al encuentro de los demás, a construir su Reino hoy en lo cotidiano (estudios, trabajos, familia, amigos, los próximos y lejanos). La verdad auténtica: somos hijos, hermanos y estamos llamado a vivir como tales. (Fuente: Extracto de pastoralsj.org)

¿Cómo se hace presente el Espíritu de Dios en mi vida? ¿Qué puertas tengo que abrir para dejar atrapar o seducir por Él? ¿Qué nombres les puedo colocar (dudas, rencores, desgano, tristeza...)?

¿Dónde estás? (Antonio Bellido Almeida)

Que, ¿dónde estoy, me preguntas?
A tu lado estoy, amigo, en la noche de la espera,
en el alba de la vida, en el viento de la sierra,
en la tarde despoblada, en el sueño que no sueña,
en el hambre desgarrada
y en el pan para la mesa;
en el hombre que me busca
y en aquel que se me aleja,
en el canto del hogar y en el llanto de la guerra,
en el gozo compartido y en la larga amarga pena.
En el silencio sellado y en el grito de protesta.
En la cruz de cada día
y en la muerte que se acerca.
En la luz de la otra orilla,
y en mi amor como respuesta.

Que, ¿dónde estoy, me preguntas?
A tu lado estoy, amigo; vivo y camino en la tierra,
peregrino hacia Emaús para sentarme a tu mesa
al partir de nuevo el pan descubrirás mi presencia.
Estoy aquí con vosotros,
con el alma en flor despierta,
en esta Pascua de amor galopando por las venas
de vuestra sangre empapada de un Dios
que vive y que sueña.

Que, ¿dónde estoy, me preguntas?
A tu lado estoy, amigo; desnúdate a la sorpresa,
abre los ojos y mira hacia dentro y hacia fuera
que en el lagar del dolor tengo mis gozos y penas
y en la noria del amor,
yo tu Dios, llamo a tu puerta.
Que, ¿dónde estoy, me preguntas?
En tu vida, es la respuesta.



4. Coloquio: Terminar con un diálogo libre de corazón a corazón… con Jesús, desde donde estoy en la contemplación a partir de lo que he vivido. Le doy gracias por este encuentro. Termino con un Padrenuestro.

5. Examen de la Oración: Es volver a mirar, a recordar, para describir lo que me pasó durante la oración… Miro las imágenes, los pensamientos que surgieron a raíz de las imágenes y los sentimientos que se me producen a raíz de las imágenes y pensamientos… ¡A buen contemplador le bastarán pocas imágenes!

¿Cómo me fue? La pregunta hacérsela a las imágenes y no la cabeza, ¿qué es lo que me pasó?, ¿cómo me quedé?, ¿donde me ubico en la escena y que se me dice a mí en particular? ¿Qué mociones (movimientos) descubro que tuve?.

Describir y Escribir: todos los sentimientos que pudiste encontrar en todas las partes de la oración. Por ahora, advierto lo que siento y lo describo. Y lo escribo.

[1] ¿Qué es Contemplar? S. Ignacio nos invita a hacernos un pobrecito y un esclavito indigno mirándolos, contemplándolos y sirviéndolos en su necesidad, como si presente me hallase, con todo el acatamiento y reverencia posible. Después “reflectir” (reflejar la luz, dejarme mirar por la escena) en mí mismo para sacar algún provecho. De a poco, vamos pasando por los cinco sentidos espirituales: Ver las personas y reflectir para sacar provecho…Oír lo que hablan y reflectir para sacar provecho… Oler, gustar y tocar, y reflectir para sacar provecho…En definitiva, mirar lo que hacen y reflectir para sacar provecho.

Martes de Taller

Querid@s amig@s;



El martes pasado tuvimos un taller de crecimiento sobre el compromiso social y el laico donde conocimos la vida de Enrique Shaw (1921-1962), laico y Siervo de Dios, padre de familia y fundador de ACDE (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas). Tambien estuvieron Marita de Lorenzi y la Lic. Bettina Gonzalez compartiendonos sus testimonios.


Para aquellos que no pudieron estar presentes, abajo podrán ver un documental sobre la vida de Enrique.




El martes que viene 18 de mayo tendremos nuestro encuentro de oración y finalizaremos con la Eucaristía preparando nuestro corazón para recibir al Espiritu Santo.


Como siempre los esperamos a todos y cada uno en el CEIA a las 20 hs.


A mayor gloria de Dios


Equipo de Encuentros Ignacianos.-