11 de Noviembre: Martes de oración.

Queridos amig@s: Laura Pucheta rjm nos invitaba a meditar con la parábola del Buen samaritano y así ahondar en nuestra conciencia solidaria. A continuación compartimos los puntos.

A mayor Gloria de Dios
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Mi conciencia solidaria

* Siento la presencia de Dios
Tomo conciencia de la presencia de Dios en mi vida. Él me acompaña y me mira con amor.
* Hago una petición
“Señor, que te descubra en mis hermanos heridos, marginados, abandonados….”
*Escucho a Dios: “El Buen Samaritano” (Lucas 10, 25-37)

Un maestro de la Ley, que quería ponerlo a prueba, se levantó y le dijo: «Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?»
Jesús le dijo: «¿Qué está escrito en la Escritura? ¿Qué lees en ella?»
El hombre contestó: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
Jesús le dijo: «¡Excelente respuesta! Haz eso y vivirás.»
El otro, que quería justificar su pregunta, replicó: «¿Y quién es mi prójimo?»
Jesús empezó a decir: «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto.
Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vió, dio un rodeo y siguió.
Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, dio un rodeo y pasó de largo.
Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio, pero éste se compadeció de él.
Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal que traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo.
Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole: «Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta.»
Jesús entonces le preguntó: «Según tu parecer, ¿cuál de estos tres se hizo el prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?»
El maestro de la Ley contestó: «El que se mostró compasivo con él.» Y Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo.»

Comentario

En el camino de Jerusalén a Jericó, la imaginación popular ve la sangre del pobre hombre apaleado de la parábola. Los bandoleros no se contentaron con desvalijarlo, lo dejaron medio muerto y al borde del camino. Y sucedió que pasaron primero un sacerdote y después un levita y ambos dieron un rodeo para no tocar siquiera al caído. Cumplían con una obligación legal. Ante un tribunal religioso no habrían recibido más que elogios: habían huido de la impureza!!
Jesús ataca lo sustancial de la religiosidad judía de los puros de su tiempo: poner la pureza legal por encima de la caridad.
La caridad es algo natural. La caridad brota por sí sola. Para amar al prójimo no hay más que dejarse llevar. La caridad fluye naturalmente, brota de manera sencilla, sin esfuerzo, como el agua de un manantial. Es el primer movimiento del corazón, el primer latido. Esta caridad espontánea es la que empuja al buen samaritano a detenerse. Luego necesitará un amor mucho mas hondo para no limitarse a una pequeña ayuda.
(Martín Descalzo. Vida y Misterio de Jesús de Nazareth Tomo II. Salamanca. Ed Sígueme 1986)

* Dialogo con Jesús, como un amigo le habla a otro amigo
Imaginarnos frente al hombre herido. ¿Quién es? ¿Qué heridas tiene? ¿Físicas, espirituales?
¿Dejo brotar de mi manantial la caridad? ¿Algo me lo impide?
¿Me dejo llevar por el movimiento de mi corazón que me invita a acercarme a mis hermanos mas necesitados, a los marginados desde todo punto de vista?

*Termino dando gracias por este momento de encuentro personal con Jesús.

Examen de la oración...me pregunto ¿Cómo comencé? ¿Cómo estuve durante la oración? ¿Cómo termine?

28 de Octubre: Martes de oración.

Gustavo Roselli nos invitaba a cuestionarnos si en el trabajo que día a día llevo a cabo, en sus diferentes ámbitos me he convertido más bien en “empleado del Reino de Dios” que en “administrador de los bienes dados gratuitamente por Él” .
Adjunto enviamos los puntos para seguir ahondando en ellos.

A mayor Gloria de Dios
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¿Empleado o Administrador?

Con ésta pregunta trataré de sumergirme en mi manantial, en mi corazón…ahondando si en
el trabajo que día a día llevo a cabo, en sus diferentes ámbitos (trabajo profesional, grupo de
parroquia, etc.) me he convertido más bien en “empleado del Reino de Dios” que en
“administrador de los bienes dados gratuitamente por Él” (y aquí englobamos talentos,
capacidades, virtudes, etc.). El “ser empleado” nos limita muchas veces al cumplimiento de
la tarea encomendada, que se vuelve rutinaria (y hasta costumbre, sin novedad). En cambio,
el “ser administrador” nos lleva a tener los sentimientos de Jesús, compadecernos de los
enfermos, ponernos al servicio de los pobres y preguntarnos ¿qué haría Cristo en mi lugar?,
como el P. Alberto Hurtado s.j.…Hoy estoy llamado a ser administrador del Reino de Dios
que me toca vivir. Te propongo salir al encuentro con Jesús…

Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para
todos?".El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al
frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?43 ¡Feliz
aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo!. Les aseguro que lo
hará administrador de todos sus bienes. Pero si este servidor piensa: “Mi señor tardará en
llegar”, y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber
y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará
correr la misma suerte que los infieles. El servidor que, conociendo la voluntad de su señor,
no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un
castigo severo. Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos
severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le
reclamará mucho más. (Lucas 12, 48 – 48)

Uno de los riesgos que nos amenazan constantemente es el caer en una vida superficial,
mecánica y rutinaria de la que no es fácil escapar. Con el pasar de los años, nuestros
proyectos y metas terminan reduciéndose y hasta emprobeciendose. Jesús insiste con la
actitud vigilante y despierta con que debemos enfrentar nuestro trabajo, nuestra existencia.
Se podría decir que concibe la fe con un “vivir despierto” que nos libera de la superficialidad
y el sinsentido. Por eso necesitamos, redescubrirla constantemente, conocerla con más
profundidad, agradecerla y tratar de vivirla… A cada uno Dios nos dio poco o mucho, este
papel o aquél, estas cualidades o aquellas otras y cada uno responderá conforme a lo
recibido. Como administrador (no empleado) si pierdo o gano tengo la certeza que Jesús
gana y pierde conmigo. Seguro que a mí me “ha dado mucho”, por eso mismo, se me exigirá
mucho ¿cuál esta siendo mi respuesta concreta?

Que el P. Alberto Hurtado, administrador fiel del amor de Dios, nos guíe en el final de
nuestro rato de oración…. Todo el trabajo de la vida sabia consiste en esto: en conocer la
voluntad de mi Señor y Padre. Trabajar en conocerla, trabajo serio, obra de toda la vida, de
cada día, de cada mañana, ¿qué quieres Señor de mí....? Esta es mi gran misión, mayor
que hacer milagros....Si Cristo viniera hoy a nuestras fábricas (a nuestro trabajo),
encontraría en ellas quienes lo seguirían con tanto ardor como en la primera generación
cristiana.”

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Recuerdo los pasos para la oración:

1. Nos descalzamos de nuestras tensiones para entrar en presencia de Dios.
2. Petición: “Jesús, que me reconozca administrador de los bienes recibidos”
3. Oración: lectura del evangelio, composición de lugar…
4. Dialogo con Jesús...(el dialogo es siempre de a dos, sino es un monologo)
5. Examen de la oración...me pregunto ¿cómo me fue en éste rato de oración con Jesús?