“a 50 años del Concilio
Vaticano II… aún nos sigue interpelando”
Octavio
López sj
Pasaron
ya 50 años…
(1962-2012)
Apertura a “los signos de los tiempos”
El Concilio Vaticano II fue un momento
significativo de aggiornamento de la Iglesia.
Una Iglesia en cambio
§
Abierta a los signos de los tiempos logró establecer una
nueva dinámica interna y una nueva relación con la modernidad
§
La eclesiología del Vaticano II aún relevante para la
Iglesia al inicio del siglo XXI,
§
para “reproyectar” su misión,
§
“reconfigurar” su identidad y,
§
“renovarse” institucionalmente
Juan XXIII, el Papa Bueno
Juan XXIII sentía la necesidad de replantear
algunas cuestiones fundamentales en la vida de la Iglesia y de la relación de
la Iglesia con el mundo.
Una
Iglesia dialogante
§
“La Iglesia ha impugnado (estos) errores en todo tiempo,
frecuentemente los ha condenado, y en ocasiones con gran rigor.
§
Hoy en cambio, la Esposa de Cristo prefiere recurrir al
instrumento salutífero de la misericordia a elevar el arma del rigor. La
iglesia cree que el exponer profundamente la fuerza de su doctrina es más
adecuado a las circunstancias actuales que el condenar”.
La Eclesiología del Vaticano II
Expresada
en la Constitución dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium.
Con
aires de cambio
§
Situar la
Constitución dogmática Lumen Gentium (LG) en el cuadro de los movimientos de
renovación de la Iglesia del siglo XX.
§
muy
significativos y con repercusión en el Concilio Vaticano II están los
movimientos de renovación bíblica, litúrgica, la retoma de la patrística, la
apertura al mundo, el ecumenismo y la eclesiología.
¿Cómo hacer frente a este desafío?
§
Todos estos
movimientos de renovación desafían a la Iglesia.
§
Para muchos la
Iglesia es una realidad lejana, que se expresa en una lengua extraña, donde la
Palabra de Dios no está presente en la vida diaria del pueblo y,
§
las otras
Iglesias o grupos religiosos son muchas veces considerados como enemigos que
deben ser superados
Volver a las fuentes…
Por esto, es fundamental volver a las fuentes,
particularmente la Palabra de Dios y la Patrística para generar
una nueva dinámica en la Iglesia.
Superar la conflictividad
La
relación conflictiva de la Iglesia con la modernidad, particularmente
representada por el “Syllabus” de Pío IX pasa por un considerable
redimensionamiento.
Con
el Vaticano II la Iglesia pasa de una postura de condenación a una relación de
apertura y diálogo.
Una Iglesia en el mundo
Fundamentalmente se siente la necesidad de una
Iglesia insertada en el mundo, que comparta las alegrías, esperanzas y
sufrimientos del pueblo de Dios en su peregrinar
Un pensamiento fecundo
§
Teología de calidad del siglo XX.
§
En el campo católico: Garrigou-Lagrange, Edward
Schillebeeckx, Karl Rahner, Hans Küng, Hans Urs von Balthasar.
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En el campo protestante: Karl Barth, Rudolf Bulltmann,
Oscar Cullmann.
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En la Iglesia oriental Nicolás Afanasiev y Ghiorghiu
Florovski. Prácticamente todos los grandes temas de la teología son tratados
por los teólogos del siglo
Después de la II Guerra Mundial
§
Una guerra dejó
un legado de destrucción e interrogantes sin precedentes en la historia
reciente de la humanidad.
§
El siglo XX
(Eric Hobsbaum) fue, notoriamente, el más sangriento de la historia.
§
El fenómeno del
holocausto pone en cuestión al propio Dios.
§
Muchas
diferencias, quizás consideradas normales en otros períodos, pierden su valor y
significado ante el dolor y sufrimiento provocados por la guerra.
La
eclesiología de la Lumen Gentium
Según la Lumen Gentium, la Iglesia tiene que ser
vista en clave de: Eclesiología Pueblo de Dios y Eclesiología de comunión
La Iglesia como Misterio
La Iglesia es misterio, el Concilio quiere superar
la concepción de la Iglesia como realidad puramente sociológica o jurídica.
Históricamente la Iglesia reafirmó diversas veces
su carácter visible e institucional, como una sociedad, en contra a la teología
ortodoxa, luterana, a los estados totalitarios y a la revolución francesa
La Iglesia trascendente e inmanente
Por “misterio" no se quiere indicar algo
incognoscible, sino la realidad divina, transcendente obra del Padre, Hijo y
Espíritu Santo, la Santísima Trinidad, presente en nuestro mundo, para este
mundo.
Todos somos la Iglesia
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Llamados todos a la “perfección”
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La Iglesia es el Cuerpo de Cristo
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En la vida de la Iglesia subsiste Cristo
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Está al servicio de la Misión de Cristo: el Reino
§
Camina hacia el Reino como realidad escatológica.
Iglesia, Misterio y Pueblo
Se busca una comunión entre Misterio y Pueblo de
Dios.
No se interrumpe la Revelación, se fortalece con
la comunicación que significa servicio.
El auténtico culto de los santos (Liturgia) lleva
a una “diakonía fidei”.
Superación de lo meramente jurídico
Lejos de lo jurídico
Es más una fundamentación Teológica.
María es parte de esa Iglesia
ES una única familia unida por la fe, historia de
la salvación y como signo de esperanza para el Pueblo de esperanza y caridad
Es una Iglesia peregrinante (Gal 3,28)
Siete puntos de fecundidad
a) el decreto sobre la libertad religiosa;
b) el movimiento ecuménico;
c) el diálogo interreligioso;
d) los cambios litúrgicos;
e) la centralidad de la Palabra de Dios;
f) la Iglesia como Pueblo de Dios-Comunión;
g) la relación de diálogo con el mundo y con la
ciencia.
No queda
duda del valor de los cambios del Concilio para la Iglesia y el conjunto del
cristianismo (Hans Küng).
La esencia de la Iglesia
La variedad de carismas y ministerios están
orientados a la vida y misión de la Iglesia.
Hay unidad en la diversidad. El término “Pueblo de
Dios” no puede ser aplicado a la Iglesia como una comparación, un adjetivo,
porque expresa su identidad.
No podemos decir que la Iglesia es semejante a un
pueblo de Dios, sino que es el Pueblo de Dios de la nueva y eterna alianza.
El Papado y la Colegialidad
El entonces Cardenal Ratzinger reconoció que el
período inmediatamente posterior al Concilio fue dominado por el tema de la
Iglesia Pueblo de Dios y de la colegialidad.
En relación a la Iglesia Pueblo de Dios, el Cardenal
señala los peligros de la ideologización del concepto “pueblo” a partir
de categorías marxistas, llevadas en gran parte por la Teología de la
Liberación.
La Eclesiología de Comunión
La Iglesia no existe para sí misma, sino que es un
instrumento de Dios para reunir a los hombres para preparar el momento en que
Dios será todo en todos.
Como comunidad de fe, esperanza y caridad. En primer
lugar se habla de comunión de personas (congregatio fidelium) y después de
ministerios.
Cualquier ministerio está siempre al servicio de la
comunidad.
Eclessía como signo de Comunión
La “comunión”, síntesis de la eclesiología del
Vaticano II.
La eclesiología de comunión recibió una atención
especial en los últimos años del pontificado de Juan Pablo II.
Una eclesiología de comunión fuertemente
identificada con la Lumen Gentium, nº 22.
Las Perspectivas actuales de la
Eclesiología del Vaticano II
Situar la Iglesia en la aurora del siglo XXI. Un
nuevo tiempo con nuevos desafíos. En la perspectiva del Vaticano II podemos
hablar de nuevos signos de los tiempos.
La humanidad pasó por cambios políticos,
económicos, sociales y culturales bien significativos en los últimos 40 años.
De las más variadas formas estos cambios afectaron
y afectan la Iglesia en su vida, organización y misión
Desafíos vigentes
El teólogo Agenor Brighenti considera que la
Iglesia tiene tres grandes desafíos al inicio del nuevo milenio: reproyectar su
misión, reconfigurar su identidad y renovarse institucionalmente.
Tendencias ad intra
Pueden ser identificadas tres tendencias:
§
Antivaticanicidad,
§
Posvaticanicidad y
§
Sobrevaticanicidad
¿Qué supone esto?
§
Antivaticanicidad: un gran desencanto por
el Concilio Vaticano II. Cuando la Iglesia se reconcilió con la modernidad,
ésta ya estaba en crisis, y la Iglesia no lo consideró seriamente. Es necesario
denunciar el mito del Vaticano II y volver a la cristiandad. Por esto el camino
para la Iglesia es reforzar la unidad alrededor de la jerarquía y volver a una
teología apologética.
§
Posvaticanicidad: Vaticano II llegó a su
ocaso. Fue un error dialogar con la modernidad racionalista y fría. La
religiosidad del Vaticano II es poco personalizada y no toma en consideración
lo emocional. La Iglesia no necesita de teólogos, sino de maestros de
espiritualidad.
§
Sobrevaticanicidad: la antivaticanicidad es
claramente una involución eclesial, que identifica la Iglesia con el Reino de
Dios. Y la posvaticanicidad no pasa de un refugio en lo emocional, con una
inaceptable separación entre carisma e institución.
§
Para los defensores de la sobrevaticanicidad hay intuiciones y principios
del Vaticano II que continúan siendo relevantes en los inicios del siglo XXI.
Es necesario contextualizarlos y situarlos en los tiempos actuales para
provocar un nuevo encanto y dinamismo eclesial.
Reproyección y nuevo relato
No hay ninguna noción de Iglesia (misterio, pueblo
de Dios o grupos y líderes de la Iglesia comprometidos con una eclesiología
comunión) que esté libre de los horizontes ideológicos
La propuesta del Vaticano II como relevante para
la postmodernidad. Siguiendo la dinámica del Vaticano II, la Iglesia al inicio
del tercer milenio, necesita ser recontextualizada y es importante identificar
los nuevos signos de los tiempos para:
Reconfigurarla y reproyectar en su la misión, en
su identidad y su renovación institucional.
Conclusiones
El Concilio Vaticano II fue capaz de situar y
configurar la Iglesia en el contexto de la modernidad.
Hoy vivimos en un contexto posmoderno que sigue
buscando nuevas respuestas.
El Concilio Vaticano II buscó nuevas respuestas.
Inspirados en la eclesiología del Vaticano
renovación de la Iglesia Católica A través del Concilio Vaticano II en la
Iglesia una nueva manera de ser vista por un mundo crítico y apático.
El liderazgo del Papa Juan XXIII con su dinámica
de vida y misión le dio un tinte que abre horizontes.
Nuestros desafíos
Construir la comunión en la Iglesia y de la
Iglesia con el mundo actual es tarea de todos los cristianos.
Con esto queda claro que cualquier estructura y
aún la misión de la espiritualidad ignaciana debe estar inserta en la Iglesia
al servicio del Reino de Dios.
Quedarnos aislados en nuestro pequeño mundo de
“ignacianidad” pone en riesgo la eficacia y eficiencia de nuestra misión.
Guía para la reflexión personal y
comunitaria
¿Cuáles son los movimientos de renovación actuales
que desafían nuestro modo de ser Iglesia en los comienzos del siglo XXI?
¿Cómo la noción de Iglesia Pueblo de Dios,
Comunión y Misterio pueden iluminar nuestra vida y misión?
¿Cómo nuestras comunidades religiosas, de vida
cristiana y educativas pueden ser efectivos espacios eclesiales según la
perspectiva del Vaticano II?
¿Cómo la eclesiología del Vaticano II puede
iluminar la construcción de un posible modelo de Iglesia en Argentina, en
América Latina y el Caribe?