Martes de Oración: "Gozando la Amistad"

Queridos amigos;
A continuación les compartimos los puntos ofrecidos por Gabriela Iribarren con los que rezamos el martes pasado. Jesús se nos presenta en el Evangelio muy radical al hablar del tema: " No hay amor más grande que dar la vida por los amigos".

Petición : “ Señor que aprenda a amar a la manera de Jesús”

Leo detenidamente.....

Este es mi mandamiento: “ QUE SE AMEN LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO LOS HE AMADO” ( Jn. 15,12)

Jesús nos ha entregado el mandamiento del amor. El amor será el fundamento de todo.
Este “como yo los he amado” hace referencia al modo concreto y al estilo de amor singular que inaugura Jesús.
En el Antiguo Testamento regían diez mandamientos, ahora esos diez mandamientos se sintetizan en un solo y único mandato. Hay que amar a Dios con el amor con que Dios nos ha amado y amarnos entre nosotros al modo de Jesús.
No solo recibimos el amor, sino también el “modo”,”la manera”, “el estilo” de ese amor.

San Pablo en la 1º Carta a los Corintios nos explica este mandamiento del Amor:

“Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
El amor es paciente, es servicial, el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra en la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”
.(1º Corintios 13,1-7)

Comentario:

Ciertamente ninguna amistad se impone, se nos obliga, nos condiciona o nos coarta. Es una elección de la libertad. Los amigos mutuamente se eligen y deben saberse elegidos, el uno por el otro. La amistad no es una obligación. Es una gratuidad. Una vez que se elige se comienza a ser, no sólo un don, sino también un compromiso. Pero hasta tanto no se elige, la amistad, no se supone.

Los amigos no son –necesariamente- un vínculo de sangre. Son los lazos afectivos o espirituales los que nos unen a ellos.
Los amigos se eligen, no vienen dados como los vínculos naturales. Sin embargo, el Evangelio nos enseña que no “hay mayor amor” que éste, el de la entrega de la vida por el amigo. ¿No es mucho un amor así? La respuesta es Sí. Es demasiado un amor así. No obstante, el Evangelio lo propone. Es así de sencillo. Para Jesús no hay mayor amor.


Al terminar tú oración podrás pensar :

- en las amistades más importantes ¿ Has elegido o has sido elegido primero?
- ¿cómo vives las diferencias con tus amigos?
- ¿son riquezas que aportan o son distancias que alejan? ¿Estas dispuestos a dar algo de vos...?
- ¿que tengo yo para ofrecer a mis amigos?


Un fuerte abrazo para todos y cada uno

Equipo de encuentros Ignacianos.-

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