Encuentro de Oración

Martes 30 de marzo de 2010

¡Bendito el que viene en nombre del Señor!

1. Preparación de la Oración

Busco un lugar donde pueda rezar, determino el tiempo de oración, también una postura corporal cómoda y relajada, me tranquilizo, tomo conciencia de las sensaciones, sonidos, la respiración y del Silencio.

2. Me pongo en Presencia de Dios

Le abro la puerta de mi corazón a Dios. Busco encontrar en mi interior la presencia de Dios y eso es lo único importante… Me presento ante Él. Siento que Dios me mira, me escucha, me conoce…

· Ofrecimiento: para este momento de oración sea un encuentro con Dios, me ofrezco a mí mismo con todo lo que soy con mis palabras o las de S. Ignacio:

Oración Preparatoria (nos ayuda a disponernos en la clave del Principio y Fundamento): “Pido a Dios nuestro Señor para que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su divina majestad.”

· Preámbulos:
1º) La historia: traer la historia de la cosa que tengo que contemplar.
2º) Composición viendo el lugar: “será aquí con la vista imaginativa ver a Jesús entrando en Jerusalén montado en una asna y aclamado por la gente sencilla cantando: ¡Hosanna al hijo de David, bendito el que viene en el nombre del Señor, Hosanna!”.
3º) Petición:”Demandar lo que quiero; será aquí demandar conocimiento interno del Señor, que por mí se revela como rey humilde y sencillo, para más amarlo y seguirlo”.

¿Qué es Contemplar? Es meterme en la escena… ser uno más ahí en la historia…S. Ignacio nos invita a hacernos un pobrecito y un esclavito indigno mirándolos, contemplándolos y sirviéndolos en su necesidad, como si presente me hallase, con todo el acatamiento y reverencia posible. Después “reflectir” (reflejar la luz, dejarme mirar por la escena) en mí mismo para sacar algún provecho.

De a poco, vamos pasando por los cinco sentidos espirituales, por nuestras experiencias en esto que estamos contemplando…
- Ver las personas y reflectir para sacar provecho…
- Oír lo que hablan y reflectir para sacar provecho…
- Oler, gustar y tocar, y reflectir para sacar provecho…
En definitiva, mirar lo que hacen y reflectir para sacar provecho…

3. Puntos

· Lucas 19, 28-40

Jesús, acompañado de sus discípulos, iba camino a Jerusalén. Cuando se acercó a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: "Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; y si alguien les pregunta: '¿Por qué lo desatan?', respondan: 'El Señor lo necesita'". Los enviados partieron y encontraron todo como él les había dicho. Cuando desataron el asno, sus dueños les dijeron: "¿Por qué lo desatan?". Y ellos respondieron: "El Señor lo necesita". Luego llevaron el asno adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, lo hicieron montar. Mientras él avanzaba, la gente extendía sus mantos sobre el camino. Cuando Jesús se acercaba a la pendiente del monte de los Olivos, todos los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios en alta voz, por todos los milagros que habían visto. Y decían: "¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!". Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: "Maestro, reprende a tus discípulos". Pero él respondió: "Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras".


4. Coloquio

Terminar con un diálogo libre de corazón a corazón… con Jesús, desde donde estoy en la contemplación a partir de lo que he vivido, no me faltarán palabras para pedir, agradecer, alabar o simplemente disfrutar de lo que se me ha dado. Sin hacer coloquios, Dios no me dará lo que pido, porque “para demandar lo que quiero, hay que querer lo que demando”.

Me despido haciendo un gesto, y le doy gracias por este encuentro. Termino con un Padrenuestro.

5. Examen de la Oración

El examen es volver a mirar, a recordar, para describir lo que me pasó durante la oración… Miro las imágenes, los pensamientos que surgieron a raíz de las imágenes y los sentimientos que se me producen a raíz de las imágenes y pensamientos… ¡A buen contemplador le bastarán pocas imágenes!

Lo fundamental es: ¿Cómo me fue? La pregunta hay que hacérsela a las imágenes y no la cabeza, ¿qué es lo que me pasó?, ¿cómo me quedé?, ¿donde me ubico en la escena y que se me dice a mí en particular en esa escena? ¿Qué mociones (movimientos) descubro que tuve?

Describir y Escribir: todos los sentimientos que pudiste encontrar en todas las partes de la oración. Por ahora, advierto lo que siento y lo describo. Y lo escribo. En dónde sentiste más gusto, o al contrario, más disgusto, y también qué sentimiento te dominó…

No hay comentarios: