PUNTOS – MARTES 07 DE AGOSTO DE 2012


Contemplación: “Somos creados por Dios por amor

# Génesis 2,4b-25:

2 4b Cuando el Señor Dios hizo la tierra y el cielo, 5 aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra ni había brotado ninguna hierba, porque el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra. Tampoco había ningún hombre para cultivar el suelo, 6 pero un manantial surgía de la tierra y regaba toda la superficie del suelo. 7 Entonces el Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente.
8 El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes para la vista y apetitosos para comer; hizo brotar el árbol del conocimiento del bien y del mal. 10 De Edén nace un río que riega el jardín, y desde allí se divide en cuatro brazos. 11 El primero se llama Pisón: es el que recorre toda la región de Javilá, donde hay oro. 12 El oro de esa región es excelente, y en ella hay también bedelio y lapislázuli. 13 El segundo río se llama Guijón: es el que recorre toda la tierra de Cus. 14 El tercero se llama Tigris: es el que pasa al este de Asur. El cuarto es el Eufrates.
15 El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara. 16 Y le dio esta orden: "Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, 17 exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte".
18 Después dijo el Señor Dios: "No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada". 19 Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales de campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre. 20 El hombre puso un nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo; pero entre ellos no encontró la ayuda adecuada.
21 Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. 22 Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. 23 El hombre exclamó:
"¡Esta sí que es hueso de mis huesos
y carne de mi carne!
Se llamará Mujer,
porque ha sido sacada del hombre".
24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne.
25 Los dos, el hombre y la mujer, estaban desnudos, pero no sentían vergüenza.

* Petición: aquí será demandar:
la gracia de sentir y gustar
ser amada/o y creado/a continuamente por Dios para cumplir con Él mi vocación en este mundo
”…

Para profundizar:

- Ignacio en el “Principio y Fundamento” nos dice “El hombre es creado” [EE 23], se refiere al ser humano: varón y mujer... Entonces también podemos rezarlo en primera persona, es decir que: “soy cread@”, si, aquí y ahora estoy siendo cread@.

- Para ir profundizando en cómo nos ama Dios, te puede ayudar lo siguiente:
«Dios es amor
El amor de Dios es paternal y maternal, como debería ser cualquier amor; es un amor verdadero. Dios es padre con entrañas de madre. Él nos ama en verdad. La caridad encuentra su gozo en la verdad. …
Dios es infinita misericordia, pero es también el que dicta las grandes leyes de la vida... El amor de Dios es tierno, misericordioso, pero también luminoso y fuerte. Nos conduce a aceptar la verdad sobre nosotros mismos. No sabría ser de otra manera puesto que apela a nuestra libertad. Todo se da en la gracia de su presencia, de su misericordia, pero también nosotros tenemos una parte que vivir.
En los caminos de la evangelización, los dos apoyos esenciales son el amor y la verdad, el uno en el otro. No puede haber amor real sin verdad. No puede haber verdad constructiva sin amor; porque encontramos el amor, somos capaces de vivir el camino de regreso, de salir de la ceguera, de vernos como somos y aceptar ser vistos por Dios en realidad.
Dios es amor, nos ama con un amor de misericordia, llamado ágape. El amor de Dios nos precede, nos busca y nos encuentra. Es el primero. ¿Para qué sirve agotarse queriendo alcanzar a Dios cuando es él quien no logra alcanzarnos y quien espera que nosotros nos dejemos tocar? Siempre es él quien tiene la iniciativa. Henri Nouwen no dijo otra cosa cuando escribió:
“Durante la mayor parte de mi vida luché para encontrar a Dios, para conocerlo, para amarlo […] ahora me pregunto si me percaté suficientemente de que durante todo este tiempo Dios intentaba encontrarme, conocerme y amarme”. [Henri Nouwen, El regreso del hijo pródigo, Madrid, PPC, p. 132.]
Cada persona es creada y amada como un ser único. Es una ley de vida fundamental. Cada uno es él mismo, con su identidad completamente personal, su propia tarea y dirección. La diferenciación, la no-mezcla de los seres humanos es un principio esencial puesto que funda nuestra relación con Dios, nuestra identidad, nuestra transformación. Es nuestro punto de partida, nuestro anclaje, nuestro consuelo, la buena nueva, nuestra seguridad esencial...
Pero los desórdenes del amor, las heridas del corazón que quizás han marcado nuestra historia, pueden ser otros obstáculos a esta capacidad para recibir el amor de Dios. Si el amor es vivido como impensable, imposible, peligroso o amenazador, si nos hemos instalado en la omnipotencia y hemos adoptado la costumbre de arreglarnos solos, contando sólo con nuestras fuerzas y competencias, el amor de Dios no podrá alcanzarnos, pues aunque siempre se ofrece, nunca se impone.
¿Qué ha pasado para que nos encontremos incapaces de recibir el amor de Dios? ¿Cómo nos dejamos amar? …”».
Pacot, Simone, Evangelizar lo profundo del corazón: Aceptar los límites y curar las heridas”, Buenos Aires, Ágape, 2011, pág. 15 a 19

- "No es caótico lo que te rodea, es que todo esta naciendo"...

# Sal 139,13-15:


13 Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
14 te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras!

Tú conocías hasta el fondo de mi alma
15 y nada de mi ser se te ocultaba,
cuando yo era formado en lo secreto,
cuando era tejido en lo profundo de la tierra.



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