Martes 24/08: Encuentro de Oración

“EL ENCUENTRO DE JESÚS CON LA MUJER SAMARITANA”

1. PREPARACIÓN: Busco un lugar donde pueda rezar en paz. Busco una posición corporal cómoda y relajada. Me tranquilizo, dejo serenar mi mente, interrumpo el proceso de pensar, me haga presente a mi mismo.


2. ME PONGO EN PRESENCIA DE DIOS: Siento que DIOS me mira, me escucha, me conoce… me pongo en su presencia tal cual soy. Sin máscaras.


Oración Preparatoria (nos ayuda a disponernos en la clave del PRINCIPIO Y FUNDAMENTO): “Pido a Dios nuestro Señor para que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su divina majestad.”


Preámbulos:


1) Composición viendo el lugar: nos adentramos en el pasaje, el lugar, los personajes y sus características predominantes.


2) Petición:”Demandar lo que quiero; será aquí demandar conocimiento interno del Señor, que calma mí sed con su propia vida, para más amarlo y seguirlo”.


Puntos. Leo el texto de evangelio lentamente, Juan 4, 1-42. Me detengo donde encuentro gusto o donde siento que algo me inquieta.


Jesús se dirige a Samaria, sale al encuentro…


Jesús, en el momento de mayor éxito de su ministerio, se retiró de Judea cuando entendió que los fariseos se enteraron que él bautizaba a más discípulos que Juan. No se fue porque tuvo un problema con Juan el Bautista, sino porque sabía que los fariseos se pondrían en contra. Este detalle histórico nos enseña que el éxito en el lugar no necesariamente indicativo que debemos continuar ahí, lo que importa es saber cuando uno debe quedarse y cuando debe irse, sin tener en cuenta las circunstancias, sino la voluntad de Dios.


La región se Samaria se ubicaba entre Galilea y Judea. Ellos construyeron su propio lugar de adoración en el monte Gerizim, para competir con el templo de Jerusalén. Jesús tuvo necesidad de pasar por Samaria y en el camino se detuvo cerca de un pueblito llamado Sicar, donde estaba el pozo de agua que cavó Jacob.


Los Judíos y Samaritanos, el enfrentamientos de dos pueblos…


Los judíos rechazaban a los Samaritanos no sólo porque eran israelitas que se habían mezclado con otros pueblo (no eran de pura raza) sino porque habían mezclado su religión con otras religiones paganas. La separación de judíos y samaritanos ocurrió después del regreso de los exiliados de Babilonia, cuando los samaritanos se ofrecieron a colaborar en la construcción del templo, y fueron rechazados por los judíos. La enemistad fue tan grande entre los dos pueblos que los judíos, para no pasar por Samaria, preferían cruzar el Jordán e invertir seis días de camino de Jerusalén a Galilea, que hacerlo solo en tres, cruzando en forma directa por el territorio samaritano.



Jesús y la mujer Samaritana, su realidad…


Cuando Jesús habla con la mujer samaritana, rompe muchas barreras tradicionales: habla a una mujer. Según las costumbres de la época, un hombre no tenia derecho de hablar a una mujer en la calle, ni quisiera a su esposa, ni a su hija, ni su hermana.



En las ciudades, la mujer para salir de la casa debía cubrirse con dos velos, si no lo hacía así, su marido tenía el deber de repudiarla. Las mujeres entraban en las sinagogas por una puerta separada y permanecían confinadas en un emplazamiento separado de la parte accesible a los hombres por una barrera y un enrejado.


Jesús actúa en este pasaje como un ser contracultural, rompe con muchos paradigmas culturales de la época, actúa para generar un decir, pero un decir diferente (la actitud de los discípulos se ve confundida, la actitud de Jesús los deja sin habla), a luz del evangelio.




El pasaje nos muestra un Jesús consciente de la necesidad del ser humano, el sabe en que consiste la sed de mujer, y su deseo de ayudarla es grande, por ello, lo extenso del diálogo, hasta que la mujer no comprende y es liberada Jesús no cede en su empeño por seguir encausando el diálogo.



La mujer se dio cuenta que Jesús lo sabe todo, hasta conocía los detalles de su vida, sus fracasos matrimoniales y su dolor. Jesús sabía porque ella fue a buscar agua a pleno mediodía porque en Sicar había pozos, pero ella caminó hasta el pozo de Jacob para no encontrarse con las demás mujeres del pueblo. Quizás, ella siempre soñó con una vertiente de agua en su propia terreno, y ahora Jesús le ofrecía una vertiente que podía salir, no de la tierra, sino de su propia vida. La experiencia de la mujer se convierte en puerta de entrada para otros tanto que creen en Jesús por el testimonio de ella.



La experiencia con Jesús conduce necesariamente al ser humano a testimoniar la experiencia personal en comunidad, pero ello implica ser discípulo del mismo Jesús. Entonces, en Él las consideraciones culturales, religiosas, sexuales y morales son secundarias cuando se trata de generar en el ser humano una experiencia de vida y de redención.



Jesús, el Agua Viva…


Jesús tiene un solo propósito con la samaritana: dar a conocer el don de Dios, quién es el que habla con ella. El agua que Jesús puede ofrecer es un elemento que sacia de bien al ser humano, una vez que alguien la toma no tendrá sed jamás, sino que será fuente de agua para la vida eterna. Vida Eterna significa plenitud fuera de la dimensión de la humano (no supraterrenal), algo que es posible cuando Jesús nos sacia con su agua refrescante dándonos vida, una vida que se aleja de lo puramente humano para entrar a la esfera de lo divino y ser participes de esta realidad, por ello es eterna, luego, una vez que el ser humano es reconciliado con Dios, nunca más se tiene sed, en el sentido de búsqueda insaciable para restaurar la escisión Dios-humanidad.


3. COLOQUIO: Dialogo con Jesús...como lo hace la samaritana (el dialogo es siempre de a dos, sino es un monologo) ¿Qué me dice a mí este texto?, puedo trabajar con algunas pistas: mi pozo (sed), mis barreras (apegos), el Agua que calma mi sed (el encuentro) y mi respuesta (hombres y mujeres para los demás).



4. EXAMEN DE LA ORACION: Trato de descubrir lo que me pasó en el momento de la oración… Hacer examen, luego de la oración, es escuchar para aprender…. Escuchar lo que ocurre en mi interior, porque allí habla Dios.




Aprendemos a tomar distancia de los sentimientos, deseos, inclinaciones, para descubrir hacía donde nos llevan. Esto se llama DISCERNIR… Termino con un Padrenuestro.

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