Martes 7/09: Taller Ignaciano

El exámen de la oración.

¿CÓMO MANEJAR LOS SENTIMIENTOS?

1. Los sentimientos o emociones no entran en el terreno de la moral, es decir, no son ni buenos ni malos en sí mismos.



2. Los sentimientos no tienen origen en mi libertad y tampoco depende de mi libertad el que existan o no; simplemente existen.


3. Los sentimientos deben ser integrados con el intelecto y con la voluntad.


4. Los sentimientos pueden tener dos “salidas”: los verbalizamos o los somatizamos.


5. Reconocer, nombrar y aceptar mis sentimientos ayuda a mi crecimiento personal y a la construcción de mi propia identidad; me ayuda a responder a la pregunta: “¿quién soy yo?”.


6. Las pautas de mis reacciones emocionales pueden ser cambiadas, ya que no son un puro impulso biológico.


La persona plena, en cuanto de ella depende, no reprime sus emociones, sino que permite que salgan a la superficie para poder reconocerlas y nombrarlas. Las emociones o sentimientos “nos hablan” acerca de nuestra persona y de nuestra situación.


Es importa no olvidar que esto no supone “abandonarse” a las emociones o sentimientos como si los mismos fuesen pautas obligatorias de conducta. Las emociones o sentimientos deben ser integradas armónicamente en el conjunto de la persona, interactuando con la razón y la voluntad.

Se puede sintetizar el proceso de hacernos conscientes de nuestros sentimientos y de su integración en cinco pasos:

1. Tomo conciencia de mis emociones.



¿Qué estoy sintiendo?


2. Les pongo nombre.


Envidia, celos, ternura, afecto, ira, bronca, paz…



3. Investigo el origen de mis sentimientos.


¿Por qué estoy reaccionando así? ¿Me ilumina en algo sobre mi vida o situación actual? ¿Puedo rastrear en qué se origina esta reacción o estos sentimientos?



4. Verbalizo o manifiesto mis sentimientos.


Reconozco explícitamente ante mí mismo y quizá también ante otro lo que siento, sin miedos ni vergüenza.



5. Integro mis sentimientos al conjunto de mi persona.


Una vez reconocidos y nombrados, dejo ahora que la razón me diga qué conviene hacer y que la voluntad ejecute lo decidido.


Esta lista de sentimientos puede ayudarte cada vez que quieras concientizar o darle nombre a los sentimientos que vas experimentando.

 
A GUSTO CALLADO/A DESENCUADRADO/A INEPTO/A RELEGADO/A


ABRUMADO/A CARIÑOSO/A DESESPERADO/A INSEGURO/A RESENTIDO/A

ADMIRADO/A CELOSO/A DESESPERANZADO/A JOVIAL SATURADO/A

AGITADO/A CERRADO/A DUDOSO/A JUBILOSO SECO/A

AGRADABLE CÓMODO/A ELÉCTRICO/A LLENO/A SEGURO/A

AGRADECIDO/A COMPLICADO/A EMBOLADO/A MALHUMORADO/A SENTIMENTAL

AGRESIVO/A COMUNICADO/A EMBRONCADO/A MANIJEADO/A SERIO/A

AHOGADO/A CONFIADO/A EN COMUNIÓN MAREADO/A SIN REMEDIO

AIRADO/A CONTENTO/A ENCANTADO/A MELANCÓLICO/A SOLEMNE

AJENO/A CONFORME ENCHUFADO/A METIDO/A SOLIDARIO/A

ALEGRE CONTRARIADO/A ENGRANADO/A MIEDOSO/A SOLO/A

AMABLE COPADO/A ENJUICIADO/A NERVIOSO/A TEMBLOROSO/A

AMARGADO/A CORDIAL ENOJADO/A NOTABLE TEMEROSO/A

AMENAZADO/A CUESTIONADO/A ENVIDIOSO/A NOSTÁLGICO/A TENSO/A

AMIGABLE CULPABLE ESCUCHADO/A PACIFICADO/A TIBIO/A

ANGUSTIADO/A DELIRANTE ESPONJADO/A OFUSCADO/A TIERNO/A

ANSIOSO/A DEPRIMIDO/A ESTABLE OFENDIDO/A TRANQUILO/A

APRISIONADO/A DESALENTADO/A FELIZ PENSATIVO/A TRISTE

APROBADO/A DESAMORADO/A FRÍO/A PEREZOSO/A UNIDO/A

ÁSPERO/A DESAMPARADO/A FURIOSO/A PERIFÉRICO/A VACÍO/A

ASUSTADO/A DESBORDADO/A HISTÉRICO/A PODRIDO/A VOLADO/A

ATERRADO/A DESCOMPUESTO/A IMPÁVIDO/A PREJUICIADO/A

ATERRORIZADO/A DESCONCERTADO/A IMPOTENTE PREOCUPADO/A

BAJONEADO/A DESCONTENTO/A INDIFERENTE QUEJUMBROSO/A

BASURA DESAHOGADO/A INDIGENTE RABIOSO/A

CALIENTE DESENCANTADO/A INDIGNADO/A REBELDE

 
EJERCICIO PRÁCTICO PERSONAL
 
En este ejercicio tratamos de detectar consolaciones y desolaciones en diversas áreas de nuestra vida diaria; es decir, mociones (movimientos interiores) que me llevan a amar más o me llevan a amar menos.



1. Mis relaciones: comunitarias, familiares, amigos/as, compañeros/as de trabajos, etc. (elijo una de estas relaciones).


CONSOLACIÓN:


DESOLACIÓN:



2. Mi tiempo libre o tiempo de ocio: ¿cómo lo utilizo? Lectura, estudio, hobbies, descanso, visitas, paseos, servicios, etc.


CONSOLACIÓN:







DESOLACIÓN:







3. El uso que hago del dinero: ¿cómo lo utilizo? Gastos innecesarios, gastos superfluos, regalos, ayudas, sostenimiento, me domina, es un medio, etc.


CONSOLACIÓN:







DESOLACIÓN:






LA ACCIÓN DE LOS ESPÍRITUS : CONSOLACIÓN Y DESOLACIÓN

CONSOLACIÓN: La consolación no es simplemente una emoción o alegría psicológica. Aunque incluye todo eso, lo supera. Es una moción interior, profunda, con la cual la persona se siente dispuesta a amar y servir, porque siente con profundidad el amor a su Creador y Señor. Hay una alegría interna y un aumento de fe, esperanza y amor. Y una paz y un equilibrio difíciles de adquirir, porque son regalo de Dios.


DESOLACIÓN: La desolación será lo contrario. Será la oscuridad, la tentación, la confusión, la inquietud y la agitación, la desconfianza… Uno se vuelve perezoso, triste, tibio y se vivencia como separado y alejado de su Creador y Señor. Son señales claras que yo puedo tocar y experimentar.


Es importante tener en cuenta que así como consolación y desolación son contrarias, también los pensamientos que salen de una y de otra son contrarios. Tenemos que caer en la cuenta del origen de los pensamientos o sentimientos, para saber si aceptarlos o rechazarlos.


Podríamos intentar una aproximación a modo de ejemplo a los pensamientos o sentimientos o deseos que nos asaltan, teniendo como criterio si nos ayudan a amar más o nos empujan a amar menos. Unos y otros surgirán de uno de los dos espíritus y de uno de los caminos.


Unos pensamientos o sentimientos me hacen “retorcido” y me “deshacen”, otros, en cambio, me hacen cada día más “dócil” y más “ágil” para vivir en el amor a Dios y a los hermanos.


Hay como dos grandes vertientes en nuestro interior, vertientes que fluyen en nuestro espíritu y allí tenemos que ir eligiendo y actuando, para no dejarnos llevar de modo inconsciente.


Lo que me hace amar más.



- Deseo de servir y honrar a Dios.


- Vergüenza y confusión por el mal y el pecado.


- Admiración ante la Palabra de Dios.


- Admiración ante la persona de Jesús.


- Gozo por su Resurrección.


- Deseo de estar con Dios.


- Agradecimiento por lo que ha hecho por mí.


- Deseo de retribuir.


- Deseo de claridad, de paz.


- De romper con dificultades.


- De quitar el dolor del mundo.


- De aceptación de la vida.


- De aceptación de los demás.


- De aceptación de mí mismo.


- De vida fraterna.


- De comunicación, de diálogo.


- De perdón, de esperanza.


- De paz.


- De profundidad.


- De cariño, para dar y recibir.


- De trabajo, de exigencia.


- De confianza en Jesús.


- De no creer que todo es malo.


- De optimismo.


- De austeridad y sencillez.


- De vivir con coherencia.


- De dar sentido a la vida.


- De docilidad ante los otros.




Lo que me hace amar menos.


- Deseo de no cambiar nada.


- De tener vida tranquila, de no meterme en nada.


- De no asumir compromisos.


- De no escuchar a los demás.


- No necesitar a los demás.


- Dominar a los otros y que hagan lo que yo quiero.


- No hablar porque creo que no tengo nada que aportar.


- Autoproverme.


- Dormir exageradamente.


- Buscar riquezas y honores.


- Buscar placeres deshonestos.


- Amor propio y soberbia.


- Repugnancia hacia los pobres.


- Querer imponerme.


- Miedo.


- Falta de sinceridad.


- Sensación de tener infinidad de obstáculos en el buen camino.


- Oscuridad, turbación.


- Inclinación a cosas bajas.


- Inquietud, desconfianza.


- Falta de amor.


- Pereza, tristeza.


- Aminorar la generosidad.

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