Martes 23/08: Encuentro de Oración

Seguir a Jesús

Mateo 16,21-27

“En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.» Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.»

Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.”p

Petición: Sentir y dejarme tocar por el amor de fidelidad que Jesús tiene hacia el sueño del Padre y a los pobres, e identificarme con su postura

· Jesús no se queda para siempre entre aquella gente que lo quería tanto. Tenía que ir a Jerusalén, ponerse en movimiento. Tiene que dejar el lugar de las seguridades, lo conocido, y dar el paso asumiendo los riesgos y peligros que le implicaba hacer realidad el sueño del Padre.

· Pedro se rebela ante lo que está oyendo, le horroriza ver a Jesús clavado en una cruz. Sólo piensa en un Mesías triunfante. A Jesús todo le tiene que salir bien. Con este anuncio Jesús comienza a confirmarnos que El no será un salvador de tipo guerrero conquistador, que la gente de toda las épocas desea y elige. Con este primer anuncio, Jesús nos muestra que su rol es diferente, su única arma contra el mal es la VERDAD, su única ley es el AMOR y su única política la COMPASION. Y esto le hará sufrir terribles consecuencias, hasta llegar a la peor: la muerte en cruz.

· Jesús reacciona con una dureza inesperada ante el comentario de Pedro: “Apártate de mí Satanás”. El texto dice literalmente ponte detrás de mí. Ocupa tu lugar de discípulo y aprende a seguirme.

· Aprender que quizás estemos más cerca de Jesús en la impotencia que en la prepotencia u omnipotencia. Que sólo se puede seguir lo que se ama. Seguir a Jesús no se trata de voluntarismos y esfuerzos deshumanizantes. Lo seguimos hasta el extremo porque lo amamos, y lo amamos porque lo hemos conocido, nos hemos enamorado de su proyecto del Reino, de su forma de ser y de amar la vida. Y ese amor es el que nos compromete hasta el extremo, llevándonos a hacer cosas que jamás nos hubiéramos imaginado, cosas que humanamente no elegiríamos. ¿Quién elige LA INCOMPRENSION, la PERSECUCIÓN, la CRUZ? Aquí no cabe otra lógica que la del AMOR.

· La gran tentación de los cristianos es siempre imitar a Pedro: confesar solemnemente a Dios como “Hijo de Dios vivo” y luego pretender seguirle sin cargar con la cruz. Vivir el Evangelio sin renuncia ni costo alguno. Colaborar en el proyecto del reino de Dios y su justicia sin sentir el rechazo o la persecución. Queremos seguir a Jesús sin que nos pase lo que El le pasó.

· No es posible. Por eso Jesús se dirige a sus discípulos dejándoles en claro que quien quiera ir detrás suyo, habrá de negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirlo. Jesús no cuenta con ventajas ni privilegios, nosotros tampoco!

Jesús podría haber evitado la cruz, como lo podemos hacer nosotros tantas veces. Pero El sin embargo jamás pierde el horizonte: El Padre y su Reinado, y está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias por ello.

Jesús muere como vive, hasta el extremo, amando sin medida, es

un desborde de generosidad. Su muerte es consecuente con su vida.

Hay que tener en cuente que no cualquier cosa es cruz. Sólo es cruz lo que me gano por el seguimiento a Jesús.

Entonces podríamos preguntarnos con honestidad:

· ¿Soy capaz de reconocer el via crucis como el camino hacia la vida?

· ¿Cómo está hoy mi disponibilidad para seguir a Jesús, asumiendo las consecuencias que implica ir detrás de El y trabajar por el Reinado de Dios?

· ¿Qué miedos, resistencias, trabas aparecen en este camino?

· ¿Qué cosas -actitudes, actividades, personas, hábitos, trabajos- siento que me impiden seguir radicalmente a Jesús, y necesito dejar atrás para hacer realidad el sueño que Dios tiene para mi? ¿Qué paso tengo que animarme a dar?

Quizás ayudaría preguntarnos: “Señor ¿Cómo estás en esta mi realidad de todos los días y qué querés de mi?

Como decía Teilhard de Chardin La realidad es medio Divino

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