Historia del Amor de Dios en Mi Vida
Dios está siempre en mi vida, yo soy el que no se da cuenta...
Es la “ historia del amor a mí mismo en mi vida...” tratando de encontrar a Dios y en definitiva a quien realmente somos...
“Dios crea al hombre a su imagen y semejanza” Génesis 1, 27-28
Imagen / Dinámica:
· Ver al tiempo en forma de círculo: con momentos muy cercanos a Jesús y con momento muy alejados.
· Cuando estamos muy alejados quiénes son esas manijas o personas que nos ayudan llegar a Él nuevamente.
· Cuando estamos muy cerca de Jesús probablemente nos tentemos a quedarnos ahí, pero sin darnos cuenta volvemos a caer.
Lecturas:
1. Los Discípulos de Emaus (Lc 24, 13-32) :
Aquél mismo día, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaus, a unos once kilómetros de Jerusalén. Iban hablando de todo lo que había pasado. Mientras conversaban y discutían Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos. Pero aunque lo veían, algo les impedía darse cuenta de quién era. Jesús les pregunto:
- ¿De que van hablando ustedes por el camina?
Se detuvieron tristes, y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, contestó:
- ¿Eres tú el único que ha estado alojado en Jerusalén y que no sabe lo que ha pasado allí en estos días?
Él les preguntó:
- ¿ Qué ha pasado?
Le dijeron:
- Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo; y como los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran. Nosotros teníamos la esperanza de que él sería el que había de libertar a la nación de Israel. Pero ya hace tres días que paso todo eso. Aunque algunas de las mujeres que están con nosotros nos han asustado, pues fueron de madrugada al sepulcro, y como no encontraron el cuerpo, volvieron a casa. Y cuentan que unos ángeles se les han aparecido y les han dicho que Jesús vive. Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepulcro y lo encontraron tal como las mujeres habían dicho, pero a Jesús no lo vieron.
Entonces Jesús les dijo:
- ¡ Qué faltos de comprensión son ustedes y qué lentos para creer todo lo que dijeron los profetas! ¿Acaso no tenía que sufrir el Mesías estas cosas antes de ser glorificado?
Luego se puso a explicarles todos los pasajes de las Escrituras que hablaban de él, comenzando por los libros de Moisés y siguiendo por todos los libros de los profetas.
Al llegar al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba a seguir adelante. Pero ellos lo obligaron a quedarse, diciendo:
- Quédate con nosotros, porque ya es tarde. Se esta haciendo de noche.
Jesús entro, pues, para quedarse con ellos. Cuando ya estaban sentados a la mesa, tomo en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero el desapareció. Y se dijeron el uno al otro:
- ¿No es verdad que el corazón nos ardía en el pecho cuando nos venía hablando por el camino y nos explicaba las escrituras?
Puntos:
Un Jesús que se acerca y no sabemos con qué rostro.
Un Jesús que pregunta, e increpa...
Una apertura a lo desconocido, a rostros nuevos...
Un Jesús que se revela y desaparece...
Reflexión, “ nos es verdad que corazón nos ardía en el pecho...”
2. La Parábola del Sembrador (Lc 8, 4-15)
Muchos salieron de los pueblos para ver a Jesús, de manera que se reunió mucha gente. Entonces les contó esta parábola: “un sembrador salió a sembrar su semilla. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y fue pisoteada, y las aves se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras; y cuando esa semilla brotó, se secó por falta de humedad. Otra parte de la semilla cayó entre espinas y al nacer juntamente, los espinos la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra; y creció, y dio una buena cosecha, hasta de cien granos por semilla.”
Esto dijo Jesús, y añadió con voz muy fuerte: “¡los que tienen oídos, oigan!”
Los discípulos le preguntaron a Jesús qué quería decir aquella parábola. Les dijo: “ A ustedes Dios les da a conocer los secretos de su reino; pero a los otros les habló por medio de parábolas, para que por más que miren no vean, y por más que oigan no entiendan”.
“Esto es lo que quiere decir la parábola: la semilla representa el mensaje de Dios; y la parte que cayó por el camino representa a los que oyen el mensaje, pero viene el diablo y se lo quita del corazón, para que no crean y se salven. La semilla que cayo entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero no tienen suficiente raíz; creen por algún tiempo, pero a la hora de la prueba fallan. La semilla que cayo entre espinos representan a los que escuchan, pero poco a poco se dejan ahogar por las preocupaciones, las riquezas y los placeres, de modo que no llegan a dar fruto. Pero la semilla que cayó en buena tierra, son las personas que con corazón bueno y dispuesto escuchan y hacen caso del mensaje y, permaneciendo firmes, dan una buena cosecha.
Puntos:
1. Ver las semillas como las personas que se nos cruzan en la vida...
2. Y el dónde “caen”, es como el lugar, el contexto, la situación, el momento que estamos viviendo con nosotros mismos, es decir el cómo estamos. Y las personas puede caer en:
· En el camino...duros, rígidos, las aves se las comen,...el diablo nos la quita...
· Entre piedras...quizás la relación crece pero por tener poca profundidad se muere...
· Entre espinas...crecen pero poco a poco se empiezan ahogar...por preocupaciones, miedos, compulsiones, valores culturares...
· En tierra fértil, esas relaciones maduras, armónicas, simétricas,...
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Repaso de los pasos para Ejercicios Espirituales:
1. Ponerme en la presencia de Dios...
2. Petición: Le voy a pedir algo especial, que reconozca y sienta a Dios que ha actuando a lo largo de toda mi historia.
3.Oración : composición de lugar, revivo la experiencia...
4. Dialogo con Dios...
5. Examen de la oración ...
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